miércoles, 19 de noviembre de 2014

La fiesta de la Virgen de la Candelaria, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad



En esta entrevista se exponen los sólidos argumentos que hacen merecedora a la antigua fiesta puneña, de recibir la declaratoria formal de la UNESCO como Patrimonio Cultural  Inmaterial de la Humanidad, pese a los reclamos de entidades folclóricas bolivianas y de su gobierno (en la persona de Pablo Groux, Ministro de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia).

La intención desde el Perú en ningún momento ha sido causar contrariedad a los vecinos y hermanos bolivianos, sino reivindicar una gran fiesta de una zona limítrofe, que hace tiempo merecía, atención, valoración  y justo reconocimiento.  Es evidente que hay un problema respecto al origen de varias danzas compartidas a ambos lados de la frontera peruano-boliviana.  Por supuesto, en Bolivia sólo se quieren reconocer los argumentos bolivianistas (escritos unilateralmente por bolivianos y pro-bolivianos),  siendo necesario acotar un hecho tan simple como que que la cultura colla es circun-lacustre, es decir, peruano-boliviana, no sólo boliviana.

Puno tiene cientos de danzas propias, varias de ellas en peligro de extinción, pues es tanta su riqueza que aún no se han podido registrar e investigar en su totalidad.  Mal puede decirse que Puno roba, copia impunemente por falta de originalidad cuando es lo que le sobra.

Aparte de las muchas danzas propias y originales de Puno (cientos, como está dicho),  hay unas cuantas danzas compartidas con Bolivia como la Diablada, la Morenada, la Kullawada (llamada originalmente "Kullawa" en Puno), la waca waca, el Tundique  y la Llamerada (llamada originalmente "Llameros" en Puno).  Lo que hay es diferencias de estilo, siendo justo reconocer que los estilos abarrocados de  Oruro han avasallado en décadas recientes (por cuestiones de mercado) a los estilos más autóctonos (no por ello menos majestuosos)  de Puno.

Otro aspecto que se debe tener claro es que hay danzas totalmente bolivianas (todas ellas, urbanas, inventadas hace pocas décadas en el vecino país) que se bailan en Puno, cuales son: tobas, tinku potosino  (tenemos nosotros también distintos tipos de tinku quechua en el Perú rural, que no han sido tan folclorizados como el potosino, arribado allá con los mitimaes prehispánicos procedentes de nuestras tierras). y saya-caporal (un estilo muy preferido por las juventudes que más que historia, sólo les interesa ver moda y diversión en los trajes y la música)

Para lo que debe servir este reconocimiento es, primero, para acercar a pueblos con historia común, no para dividirlos; lo segundo, para que las autoridades correpondientes de Puno, se pongan las pilas y sepan  salvaguardar con dignidad lo más  precioso que tienen, es decir, sus cientos de danzas propias y sus estilos propios de Diablada, Morenada, Kullawa,  Llameros, Tundique y Waca waca, y dejen de dar tanto protagonismo mediático y comercial a las contadas  danzas inventadas en Bolivia, ya señaladas, que gustan tanto a la juventud ignorante y que ya terminan aburriendo: tobas, tinku potosino y saya-caporal.




Fuente: RPP
Fecha: 18 nov.

Entrevistados:
-Soledad Mujica Baily (Directora de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura)
-Jesús Raymundo (Director de la página Identidades Peruanas)
-Miguel Hernández (funcionario del Ministerio de Cultura)








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