Enseña el "Chuflay"
Don Gastón, el barman del puerto
Correo - Suplemento por Aniversario de Mollendo. Arequipa, miércoles 6 de enero de 1982
Más que un barman tiene la apariencia de un gerente de empresa. Su sobria figura, diríamos, es una de las características humanas del puerto, y su establecimiento en el subsuelo del Malecón "Ratti", sin ser nada lujoso, tiene cierta distinción.
Cordial aunque conservador, siempre dá su aporte: Gastón Zuzunaga es un experto preparando el "Chuflay", trago mollendino que es el resultado de una extraña e ilógica mezcla de bebidas muy conocidas, que dan un sabor agradable al paladar.
Un par de cervezas, igualmente dos gaseosas rubias, limón, hileo, una copa de pisco y dentro de la jarra de vidrio aparece una bebida de atractivo color, espumante, helada y al alcance de todos por económica.
"No es un licor para embriagarse, aunque algunos así lo hacen. Por sus ingredientes, es sólo un refresco varonil. Pero eso es solicitado de preferencia en verano. Y si no se sirve heladito, pierde cuerpo y sabor".
Muchos años tiene el trago mollendino. Existe uno similar en Bolivia, lo que hace suponer que algún residente boliviano, que en el medio son muchos, habrá traido la fórmula. Sin embargo, hay variaciones sustanciales.
Como vemos, en esta nota periodística de 1982 se ensaya la posibilidad de influencia boliviana, pero con desarrollo de estilo local (el uso de Pisco en vez de Singani, y el añadido de cerveza blanca). La siguiente es otra versión documentada sobre el origen de esta bebida en el puerto de Mollendo:
Según E. Grossman, la bebida mollendina surgió en el restaurante que tenía su madre, Blanca Salazar de Grossman en la estación:
"Un caluroso sábado de verano de 1943 (...) varios ferrocarrileros que se refrescaban bebiendo cerveza, le reclamaron que dos botellas estaban muy amargas (...). A mi madre, para no perder se le ocurrió endulzarlas. Echó la cerveza a una jarra, le agregó Naranjìn (...) hielo (...) pisco y el jugo de un limón. Mezcló todo y les dijo: ahora si, no está amarga. Todos miraron sorprendidos (...). Uno de ellos, el señor Mariano Salas exclamó: ¡Qué chu...! y se quedó un instante callado -debido a que mi mamá o miró fijamente con cara de pocos amigos- y concluyo diciendo: "...flay nos ha preparado la señora Blanquita! (...) y así nació nuestra ahora típica bebida" (http://www.revistalapunta.com/)
Receta y cita tomada de "La gran cocina mestiza de Arequipa" de Alfonso Ruiz Rosas (Arequipa, Gobierno Regional de Arequipa, 2008, página 302)
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